Al amparo de la modernización de la sociedad española, las empresas de mudanzas están aumentando su presencia y su profesionalización en un entorno empresarial en creciente progreso.
Si hasta los años 80, lo habitual era que una persona naciera, viviera y muriera en la misma ciudad, hoy en día, la movilidad de los ciudadanos dentro del territorio nacional es algo bastante común, lo que conlleva, a hacer frente a diferentes mudanzas a lo largo de su vida.
De la misma forma, el creciente encarecimiento del suelo en las zonas céntricas de las grandes urbes, ha provocado el traslado de muchas empresas hacia las zonas periféricas de las ciudades, llevando, de nuevo, asociada las mudanzas de oficinas.
Se han generado grandes oportunidades de negocio para las empresas de guardamuebles y mudanzas, lo que ha provocado la aparición de una ingente cantidad de compañías en el sector que no alcanzan los requisitos mínimos de calidad y profesionalidad.
Para defenderse de ese intrusismo, que está provocando una imagen negativa en el consumidor final, las empresas de guardamuebles y mudanzas, que sí respetan la legislación vigente, han decidido asociarse en organizaciones que velen por el cumplimiento de unas normas mínimas de calidad.